Hablar del extoletero Mendy López Jr. es sinónimo de éxitos, estelaridad, logros, increíbles hazañas y anécdotas, tanto en el béisbol otoño-invernal dominicano, como en los diversos circuitos donde exhibió su talento en los Estados Unidos, y otras ligas profesionales.
Durante su prolífica carrera, López, jugador del infielder e utility, hijo del exjugador amateur y legendario narrador deportivo del mismo nombre, ‘tronó’ los bosques de los distintos estadios donde se juega pelota en República Dominicana, al extremo de terminar siendo el ‘Rey’ del jonrón (61) de la pelota quisqueyana, hasta que el también poderoso Slugger Juan Francisco (62) se adueñó de la marca.
El tablazo 61 de López Jr. se produjo la histórica noche del 16 de noviembre de 2011 durante un partido contra los Leones del Escogido. Con ese épico batazo conectado contra el lanzador de los rojos John Graud, el toletero igualó 2-2 la pizarra y, a la vez desplazó del reinado de tetrabases al no menos poderoso bateador de las Estrellas Orientales Félix José.
El gran poder de extra bases de López Jr., nativo de Pimentel, le permitió convertirse en uno de los líderes históricos de jonrones en el béisbol local, además de ocupar los primeros puestos de todos los tiempos en otros renglones ofensivos importantes como carreras remolcadas, anotadas y dobles.
Además de su liderato en cuadrangulares, López Jr. ostenta la marca de más tetrabases en finales en la pelota profesional quisqueyana con nueve y es cuarto de todos los tiempos en semifinales, con 16 estacazos de cuatro esquinas.
En 2007 López Jr. jugó para los Sultanes de Monterrey de la Liga Mexicana. Bateó para .304 con 21 jonrones y 67 carreras impulsadas. Se corona campeón ese año.
En 2008, volvió a jugar para Monterrey bateando .321 con 22 jonrones y 97 carreras impulsadas. Fue seleccionado a mitad de temporada para el Juego de Estrellas en 2006, 2007 y 2008. Su retiro definitivo del béisbol profesional se produjo el 3 de agosto de 2013, cuando militaba con los Rieleros de Aguascalientes de la Liga de México. Según afirma Mendy López Jr., éste es el mejor equipo del que formó parte en toda su carrera en la pelota profesional.
Su carrera en Lidom
López Jr. inició su carrera como pelotero profesional en el béisbol otoño-invernal dominicano con las Águilas Cibaeñas, equipo con el que militó en 13 de sus 14 campañas en el llamado pasatiempo número uno de los quisqueyanos.
Su promedio de bateo de por vida en Lidom es de .257, con 61 jonrones, 231 carreras remolcadas, 211 anotadas y 76 dobles, en un total de 416 juegos jugados y 1387 turnos agotados.
En el béisbol de los Estados Unidos López Jr. fue firmado por los Reales de Kansas City en 1992 y hace du debut en Grandes Ligas seis años más tarde, el 3 de junio de 1998.
Además de los Reales (1998-1999, 2003-2004), a lo largo de siete años en las Mayores, López Jr. militó con los equipos Marlins de la Florida (2000), los Astros de Houston (2001), y los Piratas de Pittsburgh (2001-2002).
Equipos Liga Mexicana
-Sultanes de Monterrey (2006-2010)
-Pericos de Puebla (2011)
-Rieleros de Aguascalientes (2012-2013)
Anécdotas y Vivencias
Durante su carrera como pelotero, López Jr. tuvo momentos memorables, los cuales incluso lo marcaron, no solo como jugador profesional, sino como hombre, hijo y padre de familia.
El versátil y locuaz toletero nos narra algunas de ellas, en las que describe algunos momentos difíciles y otros de gran júbilo, emoción y orgullo para su carrera como beisbolista.
Cayó preso
Recuerda Mendy que en 1994, en su primer año de viajar a Estados Unidos, había una sucursal de Kentucky Friends Chiken frente al complejo en Basseball City “había una oferta tipo buffet, que por el precio de uno, tú entrabas y te podía comer lo que sea”.
“Uno de los muchachos (Rodolfo Méndez), un out fielder (jardinero), parece que se confundió, nos fue a buscar como a siete compañeros y nos dijo: “Vamos que allí venden pollos donde por el precio de uno tu puedes comerte lo que sea”.
“Cuando llegamos al establecimiento el tipo pagó, nos sentó al grupo, nos comimos todo el pollo, nos estaban diciendo de todo en inglés, no entendíamos nada porque era nuestro primer año y caímos presos”. En el destacamento dijimos, en inglés malo, que éramos peloteros y que nos habíamos confundido por no saber hablar ese idioma”, relata. Entonces los encargados del negocio acudieron a Kansas City, ellos se disculparon con la Policía por nosotros y pagaron todo. Cosas de novatos traviesos”, expresa con alegría.
¿Qué pasó cuando los Reales te subieron a GL?
Los nervios lo traicionaron y se levantó dos horas antes, o sea, su reloj estaba adelantado.
La broma del mánager Johnson
“Recuerdo que estaba bateando .170 y de repente el manager Ron Johnson (le apodaban R.J.) llama a una reunión con todos los jugadores en la raya del lef field y me tira a mí para el piso, todos sabían lo que había menos yo y me dice: “Aquí hay una persona que está agarrando esto muy de confianza, se ha llevado mucho con migo, cree que yo lo voy a poner a jugar porque yo tengo una buena relación con él y esto se acabó hoy… Mendy López tú no juegas más conmigo aquí en este equipo. Imaginen lo terriblemente mal que me sentí en ese momento”, relata el extoletero.
“Eso me dio bastante duro porque él era muy bien conmigo y teníamos una buena relación”, agrega. Lo que dijo me molestó me puso triste porque viniendo de él pensé wow me votaron, porque él dice tú no juegas más conmigo aquí”. Yo estaba nervioso, casi llorando”. Él agrega: “Te me vas de ahí ahora mismo, recoge tus cosas y me esperas en la oficina”. Recogí mis cosas del locker, cogí para la oficina, frustrado casi llorando pero aparentando que no, privando en hombre tú sabes. “Cuando llego a la oficina el manager Johnson me pregunta que dónde estaba mi pasaporte, a lo cual le contesto que lo tengo guardado. Entonces él me dice ha pues vete y búscalo porque tu no juegas más conmigo porque de aquí tu vas directo para Grandes Ligas”.
“No sé que sentí en ese momento, me desplomé, esa vaina fue peor que si me hubieran votado. Eso me bajó, el corazón se me bajó a mil, porque después que me sentía casi muerto, me da esa gran sorpresa. Caí, no pude reír, no pude celebrar, no pude hacer nada. El inicio mío para llegar a GL no fue nada fácil. No fue de buen gusto”.
¿Qué pasó cuando iba a debutar?
El día en que debió debutar se levantó antes de tiempo por la ansiedad. “Cuando llegué a la ciudad me dijeron que tenía que estar en el estadio a las 10:00 de la mañana porque jugábamos de día.”, relata. “Me preguntaron tú te levantas? Les respondí claro que sí y recuerdo a José Rosado, un picher boricua que jugaba conmigo en las menores me dijo ven quédate conmigo para que no te duermas. “Le dije José tú estás loco, yo no me voy a dormir. De hecho no voy a dormir esta noche”.
“En la mañana me despierto, observo el reloj, miro que son las 10 a.m., me puse casi loco de la desesperación, no me bañé, no me cepillé, me puse la ropa que encontré, me fui directo para el play, pedí por favor en el hotel que me llevaran al play lo antes posible, recuerdo que les dije por favor llévenme, yo doy lo que quieran, que me van a bajar si no llego a tiempo”, recuerda.
Siguió relatando que “el chofer me llevó rápido, dimos dos o tres vueltas en un semáforo porque estaba lloviendo, cuando llego al play, las puertas estaban cerradas y yo las quería tumbar tocando. Un empleado que estaba barriendo me dice qué pasa, usted es nuevo. Le dije que sí, me dice no hay nadie, tienen que estar ya en el terreno, le digo que yo estaba tarde, pero veo que el tipo se sorprende y le pregunto qué hora es? El tipo me responde que las 8:00 de la mañana”. “Mi reloj tenía dos horas adelantado y yo sin saber estaba temblando creyendo que me iban a bajar nuevamente por llegar tarde el primer día…Jajaja cosas que le pasan a los novatos”.
“Cuando ese hombre me dijo que eran apenas las 8 de la mañana, aliviado entonces entré al clubhouse, había una sola luz encendida porque la prendí yo. Llegó el manager y cuando me ve se sorprende y me dice “Wow, tan rápido aquí, le respondo que si, que estaba listo para jugar, llegué temprano para ponerme ready, a lo que el mánager me responde: “haaa que bueno”.
Recuerdo que me fui a batear para la jaula con una máquina sola automática, le di a la bola hasta que me dijeron que yo estaba jugando. “Los coaches me dijeron: “No te canses, que el manager Tony Miucial dice que estás en el line up”. Mas nunca le di a una pelota, vomité, las rodillas se me flojaron, eso me marcó para siempre, lo que sentí ese día no lo olvido jamás, como llego al play, creyendo que estaba tarde, etc., aunque con todo y eso me fui de 3-2 en mi debut”.
Anécdota con los Marlins
Mendy López Jr. relata que cuando militaba con los Marlins de Florida se quedó dormido viendo TV, llegó tarde y eso le costó ser bajado una semana después a las Menores.
“Me quejé porque subieron a otro novato de apellido Crapinsky, por encima de mí”, dice. “Yo era el torpedero, el manager me había dicho que para él yo había hecho el equipo debido a mi gran trabajo en los entrenamientos aunque no estaba en la nómina, debido a mi gran trabajo en los entrenamientos, y que cuando se presentara la primera oportunidad el sería subido de inmediato”.
Dice que el anhelado chance se presenta cuando se lastimó el torpedero regular de entonces en el equipo grande (de apellido González), pero para su sorpresa subieron a otro.
“Le dije al manager que me saque del line-up en Triple A, porque no le habían cumplido la promesa de subirme. En la noche me llama el manager y dice: “Mendy se te cumplió también te subieron”.
Explica que el problema es que se sentó a ver televisión a las 6:00 de la mañana, pero el sueño lo traicionó, ya que se quedó dormido con el control en la mano. Se despertó apenas media hora antes (9:00 a.m.) de iniciar el partido, llegó tarde, las puertas del avión ya había sido cerradas.
Recuerda Mendy que buscó otro medio urgente de transporte hasta el estadio, llegó retrasado una hora, por lo que el manager lo esperó con todo el equipo reunido y dijo: “ jajaja llegó Mendy López”.
“Me llamaron fuertemente la atención. Me dijeron que cualquier cosa, el primero que iba a ser bajado era yo, y en efecto sucedió, porque apenas una semana después fui bajado a ligas menores”, dice López Jr.
Difícil adaptación a la Liga de Corea.
Mendy recuerda que estaba jugando en su primer día en Corea, cuando en la quinta entrada iba solo para el terreno y lo mandaron a salir nuevamente porque tienen la costumbre de hacer una pausa en ese inning, para estrecharse, para el que le gusta fumar o almorzar que lo haga. Esa costumbre de los coreanos le pareció increíble, una pausa a mitad de juego para reiniciar en la sexta entrada. También le impresionó la gran cantidad de coreanos que iban a los estadios a presenciar los partidos.
Se le extravió su hijo en Corea
Pero su estadía en Corea no fue del todo halagüeña para López. El extoletero recuerda que estaban en un Mall junto a su esposa y su hijo (Mendy Jr.), cuando de repente el niño desapareció en fracciones de segundos.
“Andábamos de paseo viendo todo lo que vendían en el Mall, cuando de repente se desapareció el niño que en ese entonces tenía cuatro años de edad”, dice López. “La desesperación casi me hizo colapsar, pues mi esposa también estaba histérica, no sabíamos qué hacer”, pero gracias a Dios apareció un traductor del coreano al español, y anunciaron por los parlantes la desaparición de mi hijo”.
Cuenta Mendy que finalmente el niño apareció en el primer nivel del sótano de la plaza, “porque a parecer se había impresionado viendo a unos ratones que exhibían y bajó por las escaleras eléctricas para ir a verlos nuevamente. Wow que alivio sentimos en ese momento mi esposa y yo”.
“Esa ha sido la más gran angustia que he pesado en mi vida, jugando béisbol fuera del país”, asegura. “Todavía ahora no me puedo explicar como pudo ese niño bajar 6 pisos hasta el sótano con solo cuatro años de edad sin que nos diéramos cuenta”. Anduve el Mall como cuatro veces por todos lados buscándolo”.
México, una maravilla
“México significó para mí mi renacer en el béisbol, porque tenía ya dos años fuera de acción cuando decidí irme a jugar a ese país”, relata el exjugador. “Jugar con los Sultanes y Pericos en la pelota mexicana, significó para mí el renacer de algo bonito, algo nuevo.
Explica que ese año (2006) venía algo lesionado desde Corea, inició jugando en República Dominicana con las Águilas Cibaeñas, pero que se lesionó nuevamente en una de sus piernas y no pude terminar la temporada”.
“México me contrata lesionado. No sabía que esperar de mi, ni ellos tampoco. No empecé jugando la temporada. Me iban a votar, pero a última hora decidieron darme un chance de jugar un día para no decir que me votaron sin darme un chanche. Vaya sorpresa, ese día bateo de 4-4 y la gente se puso loca conmigo”, recuerda con satisfacción.
“Entonces dijeron que ya no me podían botar. Ese día después de finalizar el juego empecé con una firma a un fanático y eran las 2:30 de la mañana y el permanecía en el terreno firmando autógrafos. “Me llevaban personas minusválidas, una gran fila me llevaban ancianos, niños y personas de todas las edades para hacerse fotos conmigo. Eso es lo más lindo que me ha pasado en mi carrera, ni en GL ni aquí en el país me había sucedido eso. Ver lo que uno puede provocar en los fanáticos de un país extranjero a través del béisbol, eso es bastante grande”, dice orgulloso Mendy.
El extoletero revela que su deseo es poder regresar a México algún día para devolverle a los mexicanos ese cariño, calor humano y aprecio que mostraron por él en ese difícil momento de su carrera.
¿Qué tan difícil fue decidir que ya era tiempo de retirarse?
“No fue fácil retirarme, pues en los últimos días de mi carrera, lloraba de la tristeza porque no se quería dejar de jugar, así de difícil fue decir adiós”, señala López Jr.
“Uno se asusta, eso me pasó en México jugando invierno, en Mazatlán, le pedí a las Águilas que me dejaran ir a jugar allá. Fue la primera vez que pensé en el retiro. Me di un foul en un pie, me rompí un tendón, y luego de eso mientras hacía ejercicios en la playa a las 2:00 de la mañana para recuperarme y fortalecer, ahí fue cuando me dije a mí mismo: “Wow y que yo hago aquí tratando de seguir jugando, haciendo ejercicios en una playa para recuperarme y mi familia sola allá en mi país y yo tratando de jugar un partido más”.
Entonces Pensé que eso no tenía ningún propósito ya para mí. Ahí fue cuando dije me voy a retirar. Y me lo repetía día por día, “te acabaste, te acabaste” para poder creérmelo e ir acostumbrándome a la idea”, relata Mendy López Jr.
Sin embargo, Mendy asegura que no fue nada fácil acostumbrarse a la idea de no seguir jugando, porque además desde que se retiró firmó como coach y las tentaciones seguían bastante cerca, al extremo de tomar algunos turnos, y en el terreno sus compañeros le decían: “Mendy tú puedes”. Pero yo ya estaba decidido, la decisión era irreversible.
“Mi cuerpo me dijo que ya bastaba de jugar béisbol, además la falta de estar junto a mi familia, era ya algo irresistible, o sea una gran necesidad para mí. “Recuerdo que lloraba callado en mi habitación en México, porque el corazón me decía una cosa y la mente otra. Realmente fue bastante difícil todo ese proceso”, agrega.
“Lo irónico es que me retiré conectando 20 jonrones en México, podía seguir jugando dos o tres años, pero ya mi decisión era irreversible”, expresa Mendy.
El show de Manny
Durante una de sus anécdotas jugando con las Águilas Cibaeñas, Mendy relató que en una ocasión Iban a jugar softbol amistoso de exhibición con una liga en Nagua y que increíblemente Manny Ramírez prometió ir.
“Ningunos creímos que iba pero él aseguró que asistiría. Manny estuvo casi todo el camino en la caravana, pero llegando a Nagua se desparece. Llegamos, jugamos, los anfitriones nos hicieron una gran actividad, una tremenda comida, pero Manny no aparecía y nosotros comenzamos a preocuparnos”, explica.
“Al finalizar, decidimos ir para la playa que no estaba tan lejos de donde jugamos y cuando llegamos, ahí estaba Ramírez bañándose y disfrutando del ambiente. Le reprocharon la no presencia y Manny nos respondió: “Yo dije que venía para Nagua, pero no a jugar softbol”.
Personalidad de Lima
Otra jocosa escena recordada por Mendy durante su estada con las Águilas es que tuvo que desapartar a Lima, quien estaba peleando con una pared del dogout durante un juego, en el que le estaba yendo bastante mal. “Así de intenso y especial era Lima, peleaba hasta con la pared. Había que dejarlo aislado solo en el dogout cuando lanzaba”, dice Mendy.
El abrazo de su papá
“Otro episodio que me marcó por siempre aconteció cuando rompí el récord de jonrones, ya que mi papá Mendy López Sr. no estaba supuesto a estar presente en el play por prescripciones médicas. Pero vaya sorpresa, el hombre apareció en el terreno de repente, por el lado del dogout del Escogido en el estadio Quisqueya, bajo al terreno, sin importar que el lanzador estaba listo para pichear y me dio el más grande abrazo de mi existencia. Ese momento fue, ha sido y será inolvidable para mí”.