A pesar de los sentimientos encontrados, Edgar Varela -en su labor de coach de bateo de los Tigres del Licey- está concentrado en aportar sus conocimientos para la consecución del bicampeonato de la Serie del Caribe.
«Estamos aquí para ganar para la República Dominicana. La sangre es mexicana, pero vamos por otro campeonato», declaró antes del partido del domingo por la noche frente a los Naranjeros de Hermosillo en el cierre de la cuarta jornada del certamen caribeño que se celebra en el estadio LoanDeport Park.
Varela está en su segundo año en el puesto con el equipo azul y en ambos ha sido parte del equipo campeón nacional. Nunca había laborado en el béisbol caribeño.
«Varias personas me han dicho que no es algo común, pero con el grupo de jugadores que tenemos es una experiencia tremenda en mi carrera», agregó.
Tanto su madre como sus hermanos, que residen en California, le estuvieron dando seguimiento al encuentro que el equipo de México ganó con pizarra de 9-1.
«Tener sangre mexicana es un orgullo para mi, pero estamos representando a la República Dominicana y trabajando para ganar», sostuvo.
Recuerda con agrado el tiempo que compartió como jugador con Emilio Bonifacio, a quien le ha tocado ahora entrenar con los Tigres.
«El Capi (Bonifacio) tenía 18 años, yo era el veterano con 22 ó 23, Murillo (Agustín, el antesalista de México) también estaba y lo recordamos ahora. Es un honor estar junto a él y ver la forma en la que ha desarrollado su carrera», añadió.
Y a pesar de la relación que tiene desde hace décadas con el destacado jardinero dominicano dice que el respeto y la comunicación es lo que prima en la misma.
«Respeto lo que ha hecho en su carrera y él respeta mi labor. No ha sido accidente lo que ha hecho. Cada día busca maneras de mejorar», dijo Varela.