El pitcheo nunca sobra, y todo lanzador que da señales de calidad, de inmediato consigue trabajo.
Eso pasó con el dominicano Luis Severino, quien pasó de los Yankees a los Metros de Nueva York.
Su repertorio siempre ha sido potente, el problema es que las lesiones no lo dejan en paz.
Sin embargo, con apenas 30 años de edad, Severino no se rinde y da señales de vida.
Su recta golpeó las 95 millas por horas otra vez y eso pone contento a los Metros.
Tiene un contrato de 14 millones de dólares para el 2024 y espera ir más lejos.
Severino trabajó un total de 18 entradas del 2019 al 2021 y no ha sido el mismo desde entonces. Después de una sólida media temporada en el 2022, el diestro fue estadísticamente uno de los peores lanzadores de Grandes Ligas la campaña pasada, con un promedio de carreras limpias de 6.65 en las 19 ocasiones en las que estuvo lo suficientemente saludable para subirse al montículo.
Esos antecedentes son la razón por la cual los Mets pudieron firmar a Severino por US$13 millones durante el invierno, que lucirá barato si el veterano llega a parecerse siquiera un poco a su mejor versión. Y hasta ahora esta primavera, Severino se ha parecido a su mejor versión. Alcanzó las 97.8 millas por hora en el radar durante dos entradas sin permitir carreras el viernes en una derrota de los Mets por 3-2 ante los Cardenales, ofreciendo destellos del lanzador que aún puede ser si todo sale bien.
Son muchos los requisitos con los que Severino debe cumplir.
En primer lugar, está su salud. Años de lesiones en el hombro, codo y un músculo lateral, incluida una cirugía Tommy John en el 2020, son cosas del pasado. Es fácil corregir las fallas que llevaron a Severino a telegrafiar sus pitcheos en el 2023, según los funcionarios del equipo. Luego está el arsenal general de Severino, que el mismo serpentinero comenzó a reforzar con una recta cortada en el 2021 y un sinker en el 2022. Ambos son ahora armas importantes para el quisqueyano. Fuera del terreno, Severino incluso ha renovado sus hábitos de sueño y bienestar.
Para ser claro, nada de esto demuestra contundentemente que Severino se vaya mantener saludable y productivo durante toda la temporada regular. Ha gozado de este tipo de momentos antes, iluminando los radares de primavera y cautivando a los espectadores con su talento. Hasta que Severino salga y haga más de 20 aperturas durante la campaña regular — no ha llegado a ese número desde el 2018, cuando tenía 24 años – todo esto es simplemente un potencial no realizado.Severino abrió el partido del viernes con una recta a 93.5 mph que Dylan Carlson bateó de foul.
Carlson finalmente se embasó por un error, pero Severino logró que el siguiente bateador, Paul Goldschmidt, le diera por encima a un sinker de 96 mph y bateara para una doble-matanza. Severino no permitió otro corredor, lanzando una recta a 97.8 mph, su pitcheo más veloz del juego, para ponchar a Matt Carpenter con un toque de foul y poner fin al segundo episodio.
«Tengo algo en el tanque», dijo Severino. «Sólo estaba esperando el momento perfecto para hacerlo».
Según Hefner, todo gira en torno a esa recta para Severino. Arreglarla conlleva restablecer cierta distancia entre su recta y sus lanzamientos rompientes, para que su mezcla de cinco pitcheos sea menos predecible para los bateadores.
«Ponte en sus zapatos», dijo Hefner. «Anticipas que la pelota haga algo en particular y no está haciendo eso, ¿y los bateadores están cuadrando la bola? Puede ser difícil».
Desde su perspectiva, Severino comprende que éste es un año importante. Reconoció sentir un poco de presión adicional cuando Kodai Senga sufrió una lesión en el hombro, cambiando efectivamente a Severino del medio de rotación hacia el frente de ese grupo. Aunque el colombiano José Quintana probablemente abra por los Mets en el Día Inaugural, con Severino lanzando segundo choque, el techo de este último es el más alto de todos en la rotación. Como tal, las aspiraciones de los Mets dependen en gran parte de que redescubra su potencial.
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